T2. ¿Qué es la ciencia? "Ciencia eres tú"


Como dice nuestro profesor, es una cuestión difícil de resolver y ha dado lugar a amplia rama de la filosofía que se desarrolló durante el siglo XX, por lo que una se puede aproximar a ella desde distintos puntos de vista. De ahí que se ofrezca únicamente un breve esfuerzo de síntesis de los aspectos más interesantes y una pequeña reflexión.

Cosas que he aprendido a través de las lecturas

"Economía eres tú", Jose Luis Sampedro, Catedrático en Economía,
 conocido por sus contribuciones a la economía humanista
  • El término "científico" se acuñó por primera vez en 1833 en la British Assotiaton of the Advancement of Science de la mano de su secretario William Whewell para englobar a todos aquellos que se dedicaban a alguna disciplina científica como: biólogos, geólogos, químicos, físicos, etc.  
  • El método científico¡es el de siempre
  • El término ciencia es profundamente complejo y desquiciadamente simple al mismo tiempo: la búsqueda de "la verdad" a través del entendimiento (Ruy Pérez). 
  • Investigar es, ciencia aparte: 1) Conocimiento en profundidad un tema (datos experimentales, hipótesis, modelos postulados o teorías científicas); 2) extrae unas ideas que conviertes en hipótesis y 3) hacer experimentos para comprobar, previo lanzamiento de una predicción del resultado, que tus sospechas son ciertas; 4) si no puedes experimentar, te las ingenia para demostrarlo; 5) se lo comunica al resto de comunidad científica mediante congresos  varios y una publicación final (Ruy Pérez). Me ha gustado esta simplificación.
  • El progreso de la ciencia NO es lineal (ya lo pensaba, pero ahora sumo a mi repertorio una teoría que representa bastante bien la posible lógica intrínseca de la evolución de la ciencia: la de Alfred Louis Kroeber y su obra Configurations of Culture Growth, en la que sostiene que los genios no nacen solos sino que forman configuraciones de grandes mentes, precedidas por precursores y seguidas de decadencias).
  • Que nunca tendremos telepatía. 
  • Que el feminismo constituye una amenaza para la ciencia por considerar la Ciencia Moderna machista y que "hay que destruirla" -léase la ironía. 
  • y que "describir es científico, prescribir es de legisladores". Transcribiendo la reflexión de C. Tomé, esta sí digna de admiración, el método científico no deber ser una autoridad para la ciencia, como tampoco lo es la RAE para la lengua, es una representación consolidación de las principales formas de hacer ciencia. Pero, como el lenguaje, el método científico evoluciona y lo hace con quien lo crea, es decir, tú.
Reflexión sobre el método científico y la investigación real


De estas cuestiones, me quedo con un aspecto que en mi opinión es importante a la hora de trabajar como investigador y sobrevivir en el intento, y están bastante relacionados con el día a día del investigador y con el "dogma" del método científico.



Una vez un profesor de Metodología nos dijo: "recordad que siempre pensamos desde algún sitio". El agente observador (o sea, tú) siempre mira desde una posición -ya sea una postura adoptada para el debate o una arraigada en uno mismo a todos los defectos- pero siempre existe un prisma. En palabras de C. Tomé, un contexto (acéptalo): 

   (...) Porque la actividad científica no es abstracta, ni pura, ni aislada. La desarrollan personas, humanos, que trabajan en grupos que tienen sus dinámicas, inmersos en sociedades que tienen su cultura, y al albur de intereses económicos, personales, grupales y sociales. Ninguna descripción de método científico tiene en cuenta la fase más importante de la investigación científica que es la fase de generación de ideas (teóricas y de diseño de experimentos) y se centran en la fase de justificación. Y es en esta fase de generación de ideas donde los condicionantes personales, grupales, sociales y culturales pesan más.

Casualmente hace unos pocos días vi algo que me recordó a esta idea de aplicar tu posición, tu prisma, tu contexto: una compañera plasmó en una obra de arte abstracto dos caminos, a veces antagónicos, que a su parecer marcaran la investigación: uno, el método científico clásico, el cual dibujó ligeramente escueto y sombrío (a. observación, b. formulación de hipótesis...); y otro, un camino poco definido y confuso pero colorido, como lo que ella expresó "su punto de vista". Explicó cómo, para ella, uno sin el otro podía llevar a un callejón sin salida, a la nada.

Todo esto me conduce a lanzar la siguiente reflexión: el método científico constituye una guía de indudable utilidad para no perderse en el camino, sí. Lo necesitamos. En palabras, de nuevo, del mismo profesor de Metodología: "el ser humano es un animal de costumbres, pero no solo para organizarse mejor, sino porque no podría plantearse todos los días si lo que hace en cada momento -vestirse, comer, trabajar, reír- está bien o mal”. Sin embargo, cada cual debe elegir el suyo, cabe permitirse un desvío, para no caer en el inmovilismo dogmático. Se ha evidenciado que todos memorizamos a través de las emociones sensoriales, por lo que de alguna manera pensamos a través de ellas y, aunque estas no sean suficientes por sí solas para generar el conocimiento científico y puedan llevar a percepciones sesgadas o confusas que deberían ser esquivadas en la ciencia, son de algún modo el combustible de nuestro pensamiento y, por tanto, del conocimiento. Pienso que a través de la confluencia del máximo rigor científico y de las sensaciones humanas (marcadas por una visión, una perspectiva, una posición y un contexto) es cómo se han conformado, o al menos gestado, los teoremas y paradigmas más complejos. Y por tanto no deben ser olvidadlos, ni a uno ni a otro, sin que ello nos desprestigie. En caso contrario, si sólo nos quedamos con el riguroso procedimiento, podemos abocarnos, como decía mi compañera, a la nada. 


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